Tratado de Alta Mar, un acuerdo histórico para el planeta

La ONU alcanza por fin un acuerdo global para salvaguardar la vida marina protegiendo el 30 % de los océanos para 2030. Te contamos por qué es un hito tan relevante para el planeta.
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Cada país es responsable de cuidar y proteger la biodiversidad terrestre y marina que habita dentro de sus fronteras. Pero ¿qué ocurre con la vida más allá? Hablamos, por ejemplo, de las aguas de alta mar. Zonas que, hasta hace apenas unos días, estaban desprotegidas, pero cuya situación ha cambiado gracias a un pacto histórico alcanzado por la ONU a principios de marzo.

Este acuerdo, conocido como Tratado de Alta Mar, convierte el 30% de los océanos en zonas protegidas para 2030, con el objetivo de salvaguardar y recuperar la naturaleza marina. Te contamos en qué consiste y por qué es tan importante.

 

¿Qué voy a leer en este artículo?

 

Un acuerdo histórico para la protección del 30 % de los océanos

Damas y caballeros, el barco llegó a la orilla”, declaraba la embajadora de Singapur, Rena Lee, al anunciar el acuerdo con una ovación prolongada de pie en la sala de reuniones. Tras dos décadas de trabajo por fin se consiguió: los estados miembros de la ONU finalmente pactaron un tratado para proteger la alta mar.

 

“El Tratado de Alta Mar sienta las bases legales para declarar áreas total o parcialmente protegidas en las aguas oceánicas internacionales”.

 

Se trata de un acuerdo histórico que busca preservar las aguas internacionales situadas a más de 200 millas marinas de la costa y que abre el camino para proteger al menos al 30% del océano en 2030, que es el mínimo que los científicos consideran necesario para su bienestar.

Este pacto es esencial para cumplir el Acuerdo 30x30 pactado por los países en la conferencia de biodiversidad de la ONU el pasado diciembre. Como os contamos aquí, ese acuerdo tiene por objetivo proteger un tercio del mar y la tierra para 2030.

La adopción formal del tratado, sin embargo, tendrá que esperar algo más, hasta que un grupo de técnicos garantice la uniformidad de los términos utilizados en él y se traduzca a los seis idiomas oficiales de la ONU, según han acordado los países.

 

¿Qué establece el Tratado de Alta Mar?

Hasta hace unos días, apenas el 1 % de la alta mar estaba protegida. Pero el nuevo Tratado abre el camino para asegurar la protección de los ecosistemas acuáticos y a las poblaciones marinas que los habitan.

La extensa alta mar, que abarca dos tercios de nuestros océanos y costas, se enfrenta a una serie de graves problemas. Desde la contaminación al cambio climático, pasando por la explotación minera de los fondos marinos facilitada por las nuevas tecnologías y la pesca cada vez más intensiva, estas aguas llevan demasiado tiempo sin regular.

Para garantizar su protección en el futuro, el Tratado de Alta Mar sienta las bases legales para declarar áreas total o parcialmente protegidas en las aguas oceánicas internacionales.  El nuevo texto pretende establecer una jurisdicción internacional sobre estas áreas a través de una conferencia de las partes que destine recursos a la conservación marina, gestione el acceso a los recursos genéticos marinos, ponga límites al sector pesquero y limite la explotación subacuática de recursos.

 

¿Por qué es tan importante el Tratado de Alta Mar?

Los ecosistemas oceánicos producen la mitad del oxígeno que respiramos, representan el 95% de la biosfera del planeta y absorben dióxido de carbono, como el sumidero de carbono más grande del mundo. Además, son esenciales para el desarrollo de muchas economías, lo que se conoce como economía azul. Sin embargo, hasta ahora, las reglas fragmentadas y poco aplicadas que rigen la alta mar han hecho que esta área sea más susceptible a la explotación que las aguas costeras.

Las áreas marinas protegidas en alta mar pueden desempeñar un papel fundamental en los impactos del cambio climático y salvaguardar las vidas y los medios de subsistencia de miles de millones de personas.

Con el acuerdo sobre el Tratado de Alta Mar de la ONU, se da un paso crucial para preservar la vida marina y la biodiversidad, esenciales tanto para nuestro desarrollo sostenible como para el de las generaciones venideras.

 

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