¿Cómo combatir la desertificación?

La desertificación es un problema frente al que se debe actuar para frenar los desiertos, por lo que este artículo ofrece algunas claves de la lucha contra la desertificación
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La lucha contra la desertificación supone combatir un gran problema que, como tal, requiere grandes soluciones. O, al menos, soluciones innovadoras, eficientes y sostenibles. Desde Sostenibilidad para todos subrayamos los problemas que afectan a nuestro planeta, como la desertificación. Pero, más importante que señalar lo que está mal, es reconocer las soluciones que tratan de atajarlo. Descubre qué podemos hacer para combatir la desertificación y recuperar la tierra.

 

 

La desertificación es uno de los principales retos medioambientales de nuestro tiempo.  Según la definición de desertificación, se trata del proceso por el cual las tierras fértiles de las zonas secas del planeta se van convirtiendo en tierras improductivas y desérticas. Entre las causas de la desertificación destaca fundamentalmente la actividad humana y las variaciones climáticas.

Según Naciones Unidas, más de 24 billones de toneladas de suelo fértil desaparecen cada año. En el mundo hay más de cien países con condiciones de aridez y semiaridez. África es el continente más dañado por la desertización; le siguen Asia, América Latina y el Caribe.

Luchar contra la desertificación es combatir la pérdida de biodiversidad, el cambio de usos de la tierra, el calentamiento global y la falta de agua. En este artículo te contamos qué iniciativas se están llevando a cabo para lograrlo.

 

Reverdecer el Sahara para lograr un mundo más sostenible 

¿Conocéis la Gran Muralla China? Pues en África llevan más de una década construyendo la suya propia. Solo que, en este caso, se trata de una barrera vegetal que rodea el desierto del Sahara para contener su expansión y frenar la desertificación. Estamos hablando de la Gran Muralla Verde, el programa insignia de África para combatir los efectos del cambio climático y la desertificación y construir paisajes y medios de vida resilientes.

El objetivo de esta idea, que se puso en marcha en 2007 y que ya involucra a 30 países, es contrarrestar los efectos del cambio climático, proteger y potenciar la vida salvaje y evitar la deforestación. Lo que empezó como muro de contención ya ambiciona ser un anillo que rodee el desierto más extenso del planeta.

 

Piensa global, actúa local 

La Gran Muralla Verde no es la única iniciativa contra la desertificación en el continente africano. A este proyecto se le suman los planes que lleva a cabo Acción Contra la Desertificación (ACP por sus siglas en inglés) para promover la gestión sostenible de la tierra y restaurar las tierras secas y degradadas de África, el Caribe y el Pacífico.

Las iniciativas que llevan a cabo desde este proyecto para frenar la desertificación se centran en hacer protagonistas de la restauración a las comunidades rurales, apoyar el crecimiento económico y la gestión sostenible de los recursos naturales y en fortalecer las capacidades en gestión sostenible y restauración de tierras.

Es realmente importante que los habitantes de las zonas en peligro de desertificación cojan las riendas del destino de sus terrenos para anticiparte a la degradación del suelo. Sigue leyendo, te contamos algunos ejemplos.  

 

Introducir determinadas especies 

Empecemos por el caso de Sarah Toumi, fundadora de la ONG Acacias For All (AFA), que tiene como objetivo luchar contra la desertificación y expandir la agricultura ecológica en Túnez.

Según el Observatorio Tunecino del Agua, el país magrebí vive una situación de “estrés hídrico”, pues el consumo anual por habitante es de 480 metros cúbicos, menos de la mitad del umbral fijado por la ONU. Hasta un 75% del territorio nacional sufre de diversos grados de riesgo de desertificación.

Toumi conoció la acacia, un árbol que crece en los climas áridos y necesita poca agua para subsistir. En Túnez, era un árbol común, pero esta especie fue talada para cultivar trigo. La filosofía detrás de la creación de AFA va más allá de la plantación de este árbol, y consiste en difundir la práctica de la agricultura sostenible entre los campesinos tunecinos y aumentar sus rendimientos, formarles en los principios del cultivo ecológico, e introducir nuevas tecnologías para el ahorro del agua, como el riego gota a gota.

 

Agricultura alternativa

Otro importante factor a tener en cuenta en la lucha contra la desertificación es la agricultura alternativa. Argentina fue noticia hace algunos años por sufrir una sequía extrema combinada con fuertes vientos que la hacían comparable al desierto del Sahara. El 80% de su suelo se considera degradado debido al agotamiento. Además, los agricultores que viven en zonas secas y semiáridas representan aproximadamente el 50% de la producción agrícola y ganadera.

En el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, los agricultores están implementando prácticas de manejo sostenible de la tierra, como la siembra de leguminosas perennes para fertilizar el suelo, o la mejora en la eficiencia del riego, que apuntan a promover la restauración de la tierra y la capacidad de adaptación al cambio climático de los ecosistemas productivos.

En concreto, están cambiando la forma en que usan y administran sus tierras, recomponiendo el suelo, recuperando los pastizales, reforestando y experimentando con prácticas agroecológicas alternativas, que incluyen el uso de tecnologías para restaurar los suelos salinos.

Un logro clave del proyecto ha sido la puesta en marcha de un Sistema de Información y Alerta Temprana (SIAT) para las sequías. A través de una red de organizaciones científicas, tecnológicas y gobiernos locales, se generan y difunden reportes agro-meteorológicos periódicos a corto y mediano plazo por radio, periódicos locales y redes sociales para informar sobre las lluvias proyectadas, el riesgo de erosión e incendios de pastos, así como las medidas preventivas que se recomiendan.

 

Las soluciones que están por venir

¿Y si pudiésemos volver el suelo árido en fértil de nuevo para combatir la desertificación? Bautizado como Liquid NanoClay (LNC), esta arcilla líquida permite que incluso el suelo del desierto se convierta en un lugar adecuado para la siembra.

La empresa Desert Control, fundada por el científico noruego Kristian Olesen, ha desarrollado una tecnología llamada Liquid NanoClay (Nano Arcilla Líquida) (LNC) que combina las nanopartículas de arcilla y agua para transformarlas en un nuevo material. El producto permite que incluso el suelo árido del desierto se convierta en un lugar adecuado para la siembra.

Aún queda tiempo para que innovaciones como esta sean accesibles para cualquier territorio. Hasta entonces debemos seguir previniendo y combatiendo la desertificación de todas las formas posibles. Proteger el planeta y la sostenibilidad es un asunto de todos.