Demasiada realidad para la mente: qué es la ecoansiedad

Hablamos de qué es la ecoansiedad y de cómo puede convertirse en un obstáculo o ,también, en un acicate para luchar contra el cambio climático.
Wind energy on Global Wind Day

En el frenético y siempre cambiante mundo en que vivimos, la preocupación por el medio ambiente y los efectos del cambio climático están cada vez más presentes. Muchos de nosotros somos cada vez más conscientes de cómo nuestras acciones pueden impactar en el planeta y en nuestra salud física. Sin embargo, parece haber una pieza del rompecabezas que a menudo se pasa por alto: la salud mental.

Un fenómeno emergente conocido como 'ecoansiedad' está comenzando a atraer la atención de los profesionales de la salud mental. Esta ansiedad, derivada de la preocupación constante por el estado de nuestro planeta, puede tener efectos profundos y duraderos en nuestro bienestar. ¿Es un obstáculo o un acicate a la hora de emprender las acciones pertinentes para mitigar el cambio climático?

¿Qué voy a leer en este artículo?

 

¿Qué es y de dónde viene la ecoansiedad?

Juan es un joven de 25 años comprometido con el medio ambiente. Se preocupa por informarse sobre el origen de los productos que compra, cuál es el impacto climático de los medios de transporte que utiliza  o la forma más correcta de reciclar los residuos que genera.

A pesar de sus esfuerzos, siente una constante sensación de impotencia. Cada noticia sobre desastres naturales, deforestación, extinción de especies y cambios en las tendencias climáticas le causa una gran angustia. Se siente abrumado por la magnitud de unos problemas ambientales que parecen inabordables y vive con un miedo constante al futuro, a lo que les espera a las próximas generaciones. La historia de Juan solo es una más de la multitud de casos de personas que hoy en día sufren ecoansiedad. 

La ecoansiedad, o ansiedad ecológica, es un término que se utiliza para describir la sensación de angustia causada por el cambio climático y la degradación del medio ambiente. Aunque cualquier persona puede experimentarla, se ha observado especialmente en los jóvenes, quienes son cada vez más conscientes de los desafíos ambientales a los que se enfrenta nuestro planeta.

 

“La ecoansiedad, o ansiedad ecológica, es un término que se utiliza para describir la sensación de angustia causada por el cambio climático y la degradación del medio ambiente”.

 

Las causas de la ecoansiedad pueden variar, pero a menudo incluyen la preocupación por el impacto del cambio climático en el futuro, la frustración por la falta de acción política para abordar los problemas ambientales y la sensación de impotencia ante la magnitud de estos problemas.

 

¿Quién es más propenso a sufrir ecoansiedad?

La ecoansiedad es una preocupación por el futuro que puede derivar en impotencia, desesperanza, culpa o frustración. Si bien no está clínicamente reconocido como una patología, ni incluido en la última edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, existe consenso en que la incertidumbre y la incapacidad de controlar la degradación ambiental de nuestro planeta alimentan la ansiedad ecológica.

Aunque nadie es completamente inmune, hay ciertos grupos que pueden ser más propensos a experimentar estos sentimientos de ansiedad relacionados con el medio ambiente.

Esta investigación de la escuela de psicología de Australia afirma que ocurre con las mujeres y las generaciones más jóvenes, quienes están más angustiadas en general por el cambio climático que los hombres y las personas mayores de 35 años. Tal y como explica el análisis, esto podría deberse a que los jóvenes tienen un futuro más incierto y, por lo tanto, ven la irrevocabilidad del cambio climático como una amenaza mayor que las anteriores generaciones.

Además, las personas que tienen una fuerte conexión personal con la naturaleza (incluidos profesionales como los naturalistas y científicos relacionados con el clima) o aquellas que  experimentan los efectos de la crisis climática de primera mano también son más vulnerables a la ecoansiedad.

 

¿La ecoansiedad nos paraliza frente al cambio climático o nos anima a mitigarlo?

Las emociones asociadas a la ecoansiedad o ansiedad ecológica suelen ser negativas y pueden afectar a la salud mental de una persona, provocando estrés, ansiedad y depresión. Además, puede llevar a comportamientos de evasión, donde las personas eluden pensar o hablar sobre temas ambientales porque les resulta demasiado angustiante. Pero, según la investigación de la escuela de psicología de Australia, también pueden ser positivas, especialmente cuando llevan a la acción colectiva para combatir el cambio climático.

Tal y como recoge el New York Times, algunos expertos dijeron que, para las personas mentalmente sanas, un toque de ecoansiedad podría ser un motor para la acción. "En este momento, la ecoansiedad es algo que llevará a la gente a actuar de manera positiva y tratar de proteger el medio ambiente", afirmó Giampaolo Perna, psiquiatra y experto en ansiedad del hospital Humanitas San Pio X de Milán.

 

Del miedo a la acción: consejos de los expertos de Yale para gestionar la ecoansiedad

¿Existe alguna forma de gestionar los impactos emocionales de la conciencia sobre el cambio climático? Anthony Leiserowitz, director del Programa de Yale sobre Comunicación sobre el Cambio Climático e investigador científico senior en la Escuela de Medio Ambiente de Yale, y Sarah Lowe, psicóloga clínica y profesora asociada en el Departamento de Ciencias Sociales y del Comportamiento de la Escuela de Salud Pública de Yale, proponen varias estrategias en este artículo.

La primera de ellas es hacer una dieta mediática. Los expertos advierten del impacto que supone estar expuesto constantemente a noticias sobre desastres climáticos o el futuro incierto del planeta. No se trata de evitar cualquier información sobre el cambio climático. Hay una diferencia entre conocer los hechos y leer los artículos clave, y estar expuesto a las mismas imágenes e historias una y otra vez.

Subrayan que participar en la acción colectiva también es clave para mitigar la ecoansiedad. “Participar en una acción colectiva puede tener multitud de beneficios, incluida la conexión social con personas que comparten objetivos y valores similares”, afirma Lowe en el artículo de Yale.

Su investigación también encontró que las acciones individuales, como reciclar o apagar las luces, no reducen la ansiedad climática en el mismo grado que las acciones colectivas. “Tomar medidas sobre el cambio climático es realmente una de las formas más poderosas de combatir la desesperanza y el desamparo. Vaya a hacer algo, no como individuo, sino como parte de un grupo”, aconseja Leiserowitz.

En resumen, la ecoansiedad es una respuesta emocional natural a la amenaza que el cambio climático representa para nuestro planeta y nuestra existencia. Aunque puede minar nuestro bienestar, también tiene el potencial de ser un poderoso motor de cambio si se canaliza correctamente. La clave está en contar con los recursos adecuados para poder transformarla en acción y compromiso con el medio ambiente. Nunca ha sido más importante proteger nuestro planeta y, al hacerlo, proteger también nuestra salud mental.

 

Fuentes: