Desequilibrios socioeconómicos y geopolíticos del modelo energético convencional

La compra-venta de petróleo crudo genera en el mundo un negocio de 9.000 millones de dólares diarios

Desequilibrios socioeconómicos y geopolíticos

La compra-venta de petróleo crudo genera en el mundo un negocio de 9.000 millones de dólares diarios, con el barril a 100$; puesto que de cada barril (159 litros) se obtienen, mediante refino, 80 litros de gasolina y 50 de gasoil – además de lubricantes y otros subproductos -, estamos hablando de un negocio de más de 40 billones de $ anuales.

Pero la explotación de yacimientos en las regiones con abundantes reservas no ha supuesto la extensión de tal riqueza entre sus naturales: mientras se incrementa el nivel de vida del 15% de la población mundial – la mayoría de los 961 millones de personas que viven en el “Norte” industrializado: Australia, Canadá, Corea del Sur, Estados Unidos, Hong Kong, Israel, Japón, Noruega, Nueva Zelanda, Suiza y la Comunidad Europea-15, que disponen del 56% de los recursos -, el 37% de la población mundial más empobrecida, 2.363 millones de personas del “Sur”, vive con sólo el 9% de los recursos.

El modelo energético actual conlleva desigualdades

Nigeria constituye el ejemplo paradigmático de este tipo de desequilibrio: cuenta con el 3% de las reservas mundiales de petróleo y ocupa el décimo puesto en el ranking de países productores de hidrocarburos, pero se sitúa en el 159, de un total de 177, en el Índice de Desarrollo Humano. Si en 1980 el poder adquisitivo per cápita de España multiplicaba x 18 el de Nigeria, en 2005 lo hacía x 24; si en 1980, el consumo de energía eléctrica per cápita en Australia era 61 veces superior al de Nigeria, 25 años después era 75 veces superior. El petróleo es un fósil desigualmente distribuido por el subsuelo del planeta y sus procesos extractivos son complejos, a veces las bolsas se sitúan a kilómetros de profundidad bajo el mar y a grandes distancias de la costa.

Abruptas reducciones de la producción y tácticas especulativas que volatilizan los precios, han estado en el epicentro de varios episodios de crisis económica internacional desde 1973. La posesión del llamado oro negro ha generado y genera conflictos políticos y bélicos, y ha dado lugar a un enorme contraste entre la superabundancia concentrada en unos pocos tenedores y la gran pobreza circundante a los pozos en países de África, América del Sur o Asia donde se ubican las reservas.