Medidas hacia la sostenibilidad energética

La transformación hacia la sostenibilidad energética precisa medidas de carácter fiscal, de promoción de la eficiencia, prestación de servicios energéticos, creación de redes distribuidas y cooperación al desarrollo energético.

En paralelo a la extensión y generalización de las energías renovables y a la formación de valores y competencias para desarrollar una vida de calidad con bajo consumo de energía, la transformación hacia la sostenibilidad energética precisa medidas de carácter fiscal, de promoción de la eficiencia, prestación de servicios energéticos y cooperación al desarrollo energético, como las que se enumeran aquí.

 

1. Extender buenas prácticas

El análisis periódico de la relación coste/beneficio de las medidas de ahorro y eficiencia aplicadas a nivel local, regional o estatal, o en procesos inter pares – cuando varios socios transnacionales acuerdan aplicar las mismas medidas en sectores o usos similares, y después evalúan sus resultados –, y la publicación de los datos resultantes, facilitan la rápida divulgación, la replicación y la incorporación a la legislación de aquellas tecnologías y procedimientos más innovadores y adecuados para la eficiencia.

Ayudar a financiar la mejora de la eficiencia es invertir a largo plazo en una economía más sostenible

 

2. Financiar la eficiencia

Ayudar a financiar la mejora de la eficiencia es invertir a largo plazo en una economía más sostenible y productiva; las empresas y los particulares necesitan incentivos que permitan asumir los costes de las inversiones necesarias y visibilizar resultados en el corto plazo.

Desde el ICO (Instituto de Crédito Oficial) se intenta facilitar el acceso a financiación a las empresas de servicios energéticos.

 

3. Contratación sostenible

Distintas administraciones públicas municipales, regionales y estatales ya incluyen la valoración de aspectos de gestión ambiental a la hora de licitar compras - por ejemplo, de papel y de consumibles – o de contratar prestaciones de servicios y asistencias técnicas.

Las administraciones públicas compran millones de vehículos al año; licitaciones conjuntas permitirían concurrir a los vehículos limpios. Estos mismos criterios ambientales pueden aplicarse a la hora de contratar servicios energéticos de movilidad, calefacción o alumbrado. Por su parte, los criterios de contratación de proveedores en las empresas privadas ya incluyen parámetros de eficiencia.

 

4. Promover la eficiencia y el ahorro de los particulares

Nos interesa especialmente el terreno del consumo particular porque conecta plenamente con el de los comportamientos educables; destacan el uso residencial de la energía y de la movilidad. El uso de transportes públicos, vehículos menos contaminantes, conducción eficiente, son un gran campo de ahorro. También los electrodomésticos eficientes, contadores de kilocalorías de calefacción, el uso de termostatos y llaves de regulación o las lámparas de bajo consumo. El transporte origina aproximadamente el 27% de las emisiones totales de CO2 de la zona de la OCDE. Dentro de este porcentaje, las emisiones procedentes del transporte por carretera suponen alrededor del 80%. El OECD Road Transport and Intermodal Linkages Research Programme ha creado un estudio general sobre las emisiones de CO2 provenientes del transporte por carretera, con objeto de instaurar un marco de referencia para valorar las estrategias de reducción de emisiones de este sector.

 

5. Prestar servicios energéticos

Se conoce como servicio energético el beneficio físico o ventaja derivados de la combinación de una energía con una tecnología eficiente y con las operaciones de mantenimiento y control del propio servicio. Hasta ahora, la mayoría de los usuarios compran electricidad por kilovatios-hora, gas natural por termias, gas butano por kilogramos, carbón y leña por toneladas, gasolina y gasoil por litros.

 

Los países de economías emergentes también necesitan transitar hacia la economía sostenible

6. Cooperar al desarrollo energético sostenible

Los países de economías emergentes y los más empobrecidos también necesitan transitar hacia la economía baja en carbono. Para ello, han de preservar sus selvas y bosques primarios, una conservación a la cual debe contribuir el mundo industrializado; y aprovechar al máximo sus recursos energéticos renovables. Ayuntamientos, Estados, ONGs y empresas privadas patrocinan, promueven, diseñan y realizan programas de cooperación al desarrollo energético. Se trata de facilitar el aprovechamiento de recursos locales para instalar sistemas de depuración de agua, de riego, cocina, alumbrado, conexión a las TICs…, que mejoran las condiciones de vida. La transferencia tecnológica debe ir acompañada de programas de educación y capacitación.