La sabiduría de los pueblos indígenas sobre el cuidado del planeta

A pesar de ser solo el 6 % de la población, cuidan del 80 % de la biodiversidad mundial. Hablamos de la sabiduría de los pueblos indígenas.
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La sabiduría de los pueblos indígenas es una gran fuente de conocimiento sostenible. En sus canciones, historias y costumbres ancestrales resuenan los secretos de una relación profunda y respetuosa con la naturaleza, una relación que ha sabido mantener el delicado equilibrio entre el hombre y la tierra. Sin embargo, a medida que el cambio climático caldea el horizonte, estos guardianes de la naturaleza se encuentran en la primera línea de defensa, experimentando de primera mano las consecuencias devastadoras de esta crisis global.

¿Qué voy a leer en este artículo?

 

La vulnerabilidad y resiliencia de los pueblos indígenas al cambio climático

Según las estimaciones de las Naciones Unidas, hay 476 millones de miembros de pueblos originarios en todas las regiones del planeta. A pesar de constituir solo el 6,2 % de la población mundial, los pueblos indígenas gestionan el 22 % de las tierras del planeta, lo que los hace  custodios de cerca del 80 % de la biodiversidad mundial.

Esta estrecha relación con la tierra y la dependencia de los recursos naturales hace que sean especialmente vulnerables a los efectos del cambio climático. Cuando, contradictoriamente, son quienes en nada han contribuido al calentamiento global y quienes más pueden aportar para frenar las emisiones y ayudarnos a adaptarnos a este.

 

“A pesar de constituir solo el 6,2 % de la población mundial, los pueblos indígenas gestionan el 22 % de las tierras del planeta.”

 

Las sequías prolongadas, las inundaciones y las tormentas más violentas afectan directamente a sus medios de vida. Muchos de estos pueblos indígenas dependen de la agricultura de subsistencia, la caza y la pesca, actividades que están siendo amenazadas por la crisis climática. Además, los conflictos vinculados a industrias extractivas, como sucede con la deforestación del Amazonas, agudizan aún más su vulnerabilidad.

Estos conflictos a menudo resultan en la usurpación de las tierras ancestrales de los pueblos indígenas, y en la degradación y pérdida de los ecosistemas que han protegido durante milenios. Sin embargo, sobreviven y prosperan, demostrando una enorme capacidad de recuperación, fruto de la sabiduría y los conocimientos adquiridos de generación en generación.

A pesar de que desde hace siglos desarrollan prácticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, a menudo son excluidos o ignorados en las discusiones globales sobre el cambio climático. Y más que eso, también son agredidos. Según un informe de Global Witness, los pueblos indígenas representan un tercio del total de defensores del medio ambiente asesinados en todo el mundo.

Sus conocimientos y experiencias pueden ser cruciales para encontrar soluciones efectivas y sostenibles. Por eso, este verano, Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, destacaba la necesidad de crear más espacios como el Mecanismo de Expertos para que los pueblos indígenas participen en la labor de las Naciones Unidas, incluido el Consejo de Derechos Humanos. Garantizando así que puedan formar parte de la toma de decisiones en asuntos que les afecten a través de representantes elegidos por ellos según sus procedimientos.

 

Lecciones de sostenibilidad de los pueblos indígenas

  • Protección y cuidado de la biodiversidad: según cuenta El País, los bosques que están en territorios indígenas no solo albergan mayor biodiversidad, sino que también capturan el doble de carbono del que liberan, absorbiendo cada año alrededor de 7.600 millones de toneladas de CO2 gracias a que su vegetación está en mejores condiciones.
  • Agricultura adaptativa y sostenible: los pueblos indígenas son capaces de cultivar en entornos extremos, como en las zonas altas de los Andes o los pastos secos de Kenya. Tal y como recoge la FAO, sus técnicas son muy eficaces. Utilizan las terrazas para evitar la erosión del suelo o los huertos flotantes para aprovechar los campos inundados. Estrategia que podemos adaptar para replicar en aquellos lugares donde los fenómenos meteorológicos son cada vez más extremos por el cambio climático.
  • Conservar y restaurar los recursos naturales: los pueblos originarios llevan siglos adaptando su estilo de vida para integrarse y respetar el entorno. En las montañas, buscan formas de preservar el suelo, reducir la erosión, conservar el agua y limitar el riesgo de desastres. En los pastizales, manejan el pastoreo del ganado vacuno y la agricultura de manera sostenible para preservar la biodiversidad. En la Amazonía, la biodiversidad de los ecosistemas mejora cuando son habitados por los pueblos indígenas. 

Es esencial que se respeten los derechos de los pueblos indígenas, incluido su derecho a participar en la toma de decisiones que les afectan. Además, la comunidad internacional debe trabajar para garantizar que tengan acceso a la información y los recursos necesarios para adaptarse y resistir al cambio climático.

Aunque los pueblos indígenas son una pequeña porción de la población mundial, juegan un papel fundamental en la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. Reconocer y apoyar sus esfuerzos es esencial para nuestro futuro común.

Fuentes: