Seis años desde del Acuerdo de París, ¿son suficientes los compromisos climáticos?

El Acuerdo de París fue aplaudido con euforia. Pero, el nivel de compromiso con el cambio climático ¿lleva la velocidad que demanda el planeta?
Wind energy on Global Wind Day

¿Recuerdas el júbilo, los aplausos, la emoción? El 12 de diciembre de 2015, después de dos semanas de negociaciones, conversaciones y discursos, los líderes mundiales firmaban un pacto histórico a favor del clima: el Acuerdo de París. La COP21 parecía establecer por fin un mismo camino para todos en la lucha contra el cambio climático.

Seis años más tarde, ¿Cómo han avanzado los acuerdos climáticos?

 

¿Qué voy a leer en este artículo?

 

¿Qué fue del Acuerdo de París?

Aquellos días de finales del 2015, Francia se convirtió en el epicentro de la esperanza mundial. Tras una serie de pobres encuentros climáticos en los que las potencias mundiales apenas se entendían mientras que el planeta se calentaba décima a décima, llegó el Acuerdo de París

Por primera vez, países de todo el mundo (195 más la Unión Europea), se ponían de acuerdo para implementar las medidas necesarias para que el calentamiento global no superase los 2 ºC, y procurando que se limitase a apenas 1,5 ºC, en comparación con la era preindustrial.

Una meta ambiciosa que requería de una medida urgente: conseguir la neutralidad de carbono y terminar con la quema de combustibles fósiles para eliminar el exceso de emisiones de CO2.

Según el acuerdo, alcanzado hace ya seis años, a todos los signatarios se les dio cinco años para presentar sus hojas de ruta para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, conocidas oficialmente como sus “Contribuciones determinadas a nivel nacional” (NDC). Las estrategias nacionales que cada país seguiría para alcanzar esa meta común.

 

El Acuerdo de París en 2021

Hace apenas unas semanas todos permanecíamos atentos a lo que sucedía en la COP26 de Glasgow. El resultado, una cumbre del clima con algunos avances determinantes y muy esperanzadores, pero con la amenaza de que la velocidad a la que se emprenden las acciones no sea suficiente.

Las NDC del Acuerdo de París funcionan como un mecanismo de seguimiento, por así decirlo, del progreso de cada país. Y cada cinco años las partes del acuerdo deben presentar unos objetivos climáticos nacionales más ambiciosos. Como consecuencia, la COP26 era la reunión climática más importante desde París (se retrasó un año debido a la pandemia) porque los países presentaban precisamente sus NDC. Sin embargo, no todos ellos han sido lo ambiciosos que deberían. Ha habido muchos progresos, pero todavía existe la preocupación.

Lo más destacado en la declaración final de la COP26 es que se insta a los países a incrementar en 2022 sus objetivos de recorte de emisiones para esta década, por primera vez el texto incluye una referencia explícita al carbón y por fin se ha definido el llamado Libro de Reglas del Acuerdo de París que fija los requisitos de transparencia e información con los que tendrán que ser reportados por los países los objetivos de reducción de emisiones.

Quizá podríamos decir que en el Acuerdo de París los países suscribieron un texto reconociendo la urgencia de luchar contra el cambio climático y mitigar sus consecuencias, y en la COP26 se han definido acciones concretas de cómo hacerlo. La gran esperanza es la de que si pudimos afrontar la pandemia con ciencia, tecnología y medidas regulatorias urgentes, también podemos hacerlo en la lucha contra el cambio climático.

 

“Si pudimos afrontar la pandemia con ciencia, tecnología y medidas regulatorias urgentes, también podemos hacerlo en la lucha contra el cambio climático"

 

¿Son suficientes los compromisos asumidos en el marco del Acuerdo de París?

Según el estudio hecho por el Climate Action Tracker (CAT) en 2021, si los países mantienen sus políticas actuales respecto al clima, la temperatura media del planeta podría alcanzar los 2, 4º C a finales de siglo.

De acuerdo con el informe, las NDC de los principales emisores de gases de efecto invernadero (como Estados Unidos o China) son insuficientes para evitar que el calentamiento global se frene en 1,5º C. Es más, según el estudio, solo Gambia cuenta con planes que se adecúan a los objetivos del Acuerdo de París. 

Todos los países deberían haber presentado nuevos objetivos para reducir las emisiones antes de Glasgow, pero algunos de ellos no han mostrado compromisos mejorados y algunas economías importantes no tienen un plan para conseguir la neutralidad en carbono. En este sentido, otro de los avances de la COP26 es que la próxima revisión de estos objetivos nacionales se realizará de nuevo en 2023 y después en 2025. De nuevo a partir de ahí, se hará cada 5 años.

La promesa de financiación que aún no se ha cumplido

Otro aspecto fundamental del Acuerdo de París es que compromete a los países más ricos del mundo a proporcionar 100 mil millones de dólares anuales para ayudar a las naciones en desarrollo a lidiar con los efectos del cambio climático y construir economías más verdes.

En 2019 se recaudaron 79.600 millones de dólares y posiblemente la meta no se alcance hasta 2023. Para muchos gobiernos, este es el mayor problema que  deja la COP26, y los países más desfavorecidos y pobres exigen acción, aunque el texto final sí insta a los países desarrollados a recaudar al menos la cantidad recogida en el Acuerdo de París, anualmente, hasta 2025.

La Tierra nos reclama medidas urgentes y determinantes. Los países tienen otro año por delante para conseguir llegar a la COP27, que se celebrará en Egipto, al menos con la tónica vivida en Glasgow y terminar los deberes pendientes con el Acuerdo de París que se dejaron por resolver.

 

Fuente: https://www.economist.com/interactive/paris-climate-agreement-annotated/

https://www.bbc.com/news/science-environment-35073297

https://www.sostenibilidad.com/cambio-climatico/que-es-cambio-climatico/