Las pequeñas acciones del día a día son las que pueden marcar una gran diferencia a la hora de luchar contra el cambio climático.
Un pequeño gesto como desenchufar el cargador del móvil cuando no está en uso puede ahorrar hasta siete kilos de dióxido de carbono al año, con el consiguiente beneficio para nuestro bolsillo en la factura de la luz.
