Pese a que el protagonista indiscutible de estos meses haya sido el coronavirus, los acontecimientos relacionados con el cambio climático también se han ganado su puesto entre las malas noticias del año. Y es que, en los últimos tiempos, se han superado récords climáticos por los que deberíamos preocuparnos si realmente queremos vivir en un mundo sostenible.
¡1,17 ° C por encima de la media! Así han pasado los meses estivales en el hemisferio norte del planeta, batiendo récords durante el verano y superando los datos registrados en 2016 y 2019, según los datos provenientes de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos.
Prepárate porque el siguiente dato sí que te dejará quemado. California alcanzó los 54,4 ° C el 16 de agosto. Y nada más y nada menos que en El Valle de la Muerte, donde se registró la temperatura más alta conocida en el mundo en al menos los últimos 80 años.
El Caribe experimentó grandes olas de calor en abril y septiembre por culpa del cambio climático. Las temperaturas alcanzaron los 39,7 ° C en Veguitas en abril, un récord nacional para Cuba, mientras que La Habana también vivió su día más caluroso con 38,5 ° C.
Australia batió récords de calor a principios de 2020, en el oeste de Sydney, cuando Penrith alcanzó los 48,9 ° C en enero.
En el Mediterráneo oriental, hubo récords históricos establecidos en Jerusalén (42,7 ° C) y Eilat (48,9 ° C) en septiembre. Tras una ola de calor de finales de julio, Kuwait alcanzó 52,1 ° C y Bagdad 51,8 ° C.
Y como consecuencia directa del aumento de las temperaturas debido al cambio climático, el hielo del océano Ártico está viviendo sus peores momentos, desde que se disponen de datos fiables.
La Nasa, a través de su servicio especializado en el estudio de la superficie terrestres -Earth Observatory- presentó en agosto un fotomontaje en el que se comparaban imágenes captadas desde satélites en esas mismas fechas del verano en los años 2000, 2010 y 2020. Incluso para los neófitos en clima, hielos árticos y radares espaciales, la comparativa no deja lugar a duda de que la situación empeora de forma notable y rápida. La crisis climática es clara en la región del Polo Norte.
La deforestación de la Amazonia se ha disparado en el último año hasta alcanzar el nivel más alto de los últimos 12 años. La mayor selva tropical del mundo, clave para frenar el cambio climático, perdió 11.088 kilómetros cuadrados de árboles, un 9,5% más respecto al año anterior.
En Estados Unidos, los incendios más grandes jamás registrados ocurrieron a fines del verano y otoño. La sequía generalizada y el calor extremo contribuyeron a los incendios, y de julio a septiembre se registraron los días más calurosos y secos en el suroeste.
La temporada de huracanes de 2020 dejó asombrados a los meteorólogos al convertirse en la más activa desde que hay registros, a mediados del siglo XIX. Tanto, que cuando aún quedaban más de dos meses para su fin, se terminó la lista previa con 21 nombres y hubo que tirar del alfabeto griego.