¿Son los lugares con temperaturas más altas los más peligrosos en las olas de calor?

La humedad, la duración y la frecuencia de las olas de calor son otros factores determinantes del estrés térmico.
Wind energy on Global Wind Day

Las olas de calor con las temperaturas más altas no son siempre las que acarrean las consecuencias más graves. La ciencia considera el estrés térmico un factor determinante a la hora de valorar qué peligros enfrenta la salud de las personas durante los meses más cálidos del año. Y más ahora que el aumento de las temperaturas debido al cambio climático nos deja termómetros de récord. Hablamos sobre ello.

¿Qué voy a leer en este artículo?

 

Los peligros de las olas de calor

Es un error común pensar que los lugares con las temperaturas más altas son necesariamente los más peligrosos durante las olas de calor. La realidad es más compleja y se encuentra en el concepto de estrés térmico. Más abajo te explicamos en detalle en qué consiste este término.

Las olas de calor no solo son peligrosas por su temperatura. La humedad, la duración y la frecuencia de estas también juegan un papel fundamental. Factores que, además, están aumentando su riesgo debido al calentamiento global. Los países en riesgo de sufrir olas de calor atípicas tienden a no estar preparados para enfrentarlas, lo que amplifica su peligrosidad.

Un caso claro fue lo ocurrido en Europa durante el verano 2019. Las olas de calor fueron especialmente duras en España, que registró las temperaturas más altas del continente. Sin embargo, la población de Francia, Bélgica o Países Bajos sufrió mucho más. En estos países se produjeron más de 2.500 muertes relacionadas con el calor.

Un estudio publicado por ISGlobal atribuye este suceso a que son zonas con mayor estrés térmico. Las altas temperaturas combinadas con una humedad elevada pueden resultar extremadamente peligrosas para el organismo humano. La humedad dificulta la evaporación del sudor, que es el mecanismo natural de enfriamiento del cuerpo. Como resultado, la capacidad de regular la temperatura interna se ve comprometida, aumentando el riesgo de sufrir efectos adversos en la salud.

Otro factor a tener en cuenta es la duración de la ola de calor. Incluso en lugares con temperaturas moderadas, una exposición prolongada a condiciones extremadamente cálidas puede tener consecuencias graves para la salud. Si las altas temperaturas persisten durante varios días o incluso semanas, el cuerpo humano puede verse sometido a un estrés térmico constante, lo que aumenta el riesgo de deshidratación, agotamiento por calor e incluso golpes de calor.

Precisamente para concienciar sobre el estrés térmico, un equipo de ISGlobal ha desarrollado una calculadora del índice de calor. Introduce los valores de temperatura ambiente y humedad -puedes consultar estos datos en la Agencia Estatal de Meteorología- y averigua el riesgo de estrés térmico durante olas de calor.

 

De qué hablamos cuando mencionamos el estrés térmico

El estrés térmico es un fenómeno que ha ganado atención significativa en los últimos años debido a su impacto en el medio ambiente y la salud humana. A medida que el calentamiento global se acelera, se convierte en un desafío cada vez más relevante.

Se produce cuando los organismos se ven sometidos a condiciones extremas de temperatura que exceden su rango de tolerancia. Es decir, ocurre cuando el cuerpo humano se encuentra en ambientes muy calurosos o muy fríos y no puede mantener su temperatura interna normal.

 

“Se produce cuando los organismos se ven sometidos a condiciones extremas de temperatura que exceden su rango de tolerancia”.

 

Imagina que tu cuerpo es como una casa con un sistema de calefacción y aire acondicionado. Cuando hace mucho calor afuera, el aire acondicionado (en este caso, tu sistema de enfriamiento interno, como la sudoración) trabaja para mantener la casa fresca. Pero si el calor es demasiado intenso, el aire acondicionado podría no ser suficiente y la casa empezará a calentarse. Algo similar es lo que experimentamos las personas cuando sufrimos estrés térmico.

 

Problemas de salud asociados

Y es que el cuerpo humano está diseñado para funcionar dentro de ciertos rangos de temperatura. Pero cuando la temperatura supera esos límites, nuestro organismo comienza a enfrentar problemas.

Tal y como señalan en la web del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, uno de los efectos más comunes del estrés térmico es la deshidratación, ya que el calor extremo aumenta la sudoración y la pérdida de líquidos del organismo. Esto puede llevar a la fatiga, debilidad, mareos, desmayos e incluso golpes de calor.

También puede exacerbar problemas de salud existentes. Las personas con enfermedades cardiovasculares, respiratorias o metabólicas -como la diabetes- son especialmente susceptibles a los efectos negativos del estrés térmico.

Además, el estrés térmico también afecta a nuestra conducción. Los expertos aseguran que conducir con calor es tan peligroso como con una tasa de alcohol de 0,29 gramos de alcohol por litro de sangre. Las altas temperaturas del interior del vehículo incrementan en un 20 % los errores en la conducción o el tiempo de reacción frente a imprevistos.

No solo afecta a los humanos, sino a la biodiversidad del planeta en su conjunto. El estrés por calor puede acabar con ecosistemas enteros, como sucedió en la ola de calor de 2021 a lo largo de la costa del Pacífico de Canadá, que según los expertos terminó con más de mil millones de animales marinos.

 

¿Qué causa el estrés térmico?

Surge como resultado de una combinación de factores que alteran el equilibrio natural del clima y exponen a los seres humanos a condiciones extremas de temperatura. Uno de los principales impulsores de este fenómeno es el cambio climático, que genera un calentamiento global que eleva las temperaturas medias en todo el planeta.

Actualmente, el incremento de la temperatura ya supera 1ºC. De hecho, los últimos ocho años han sido los más cálidos para el planeta desde que se tiene constancia a escala mundial, señaló a principios de 2023 la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Además, la institución advierte de que es probable que las temperaturas mundiales alcancen niveles sin precedentes en los próximos cinco años, impulsadas por los gases de efecto invernadero que retienen el calor y el fenómeno natural de El Niño. Apuntan que existen muchas probabilidades de que se sobrepasen los 1,5 ºC (comparado con niveles preindustriales) por primera vez entre 2023 y 2027.  

 

“Existen muchas probabilidades de que se sobrepasen los 1,5 ºC por primera vez entre 2023 y 2027”.

 

El crecimiento urbano y la expansión de las áreas urbanas también juegan un papel crucial en la creación de microclimas calurosos conocidos como "islas de calor". El uso extensivo de materiales de construcción que retienen el calor, como el asfalto, junto con la falta de áreas verdes y vegetación, contribuye a un aumento de la temperatura local. Por lo que las ciudades y sus habitantes están más expuestos al estrés térmico que las áreas rurales.

 

 

Fuentes: