Día Mundial de los Océanos 2025: maravillarse para cuidar lo que nos sostiene

El 8 de junio se celebra el Día Mundial de los Océanos con el fin de concienciarnos de la importancia que tienen los entornos marinos en nuestras vidas.
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El asombro es la base del conocimiento científico, el atractivo de la exploración y la curiosidad que impulsa la innovación. En un momento de desafíos globales, el acto de asombrarnos nos recuerda que formamos parte de algo más grande, amplía nuestra noción de lo posible y nos orienta hacia decisiones que buscan el bienestar común.

El océano es, quizás, el mejor ejemplo de ello. Inabarcable, misterioso y vital, representa esa inmensidad que todavía logra conmovernos. Cada 8 de junio, el Día Mundial de los Océanos nos invita a mirar de nuevo hacia el mar: no como una basta masa de agua, sino como un sistema vivo del que depende nuestra propia existencia.

Este 2025, Naciones Unidas lo resume en un lema tan claro como poderoso: “La maravilla del océano: sostener lo que nos sostiene”. Una invitación a reconectar emocionalmente con los mares para, desde ese vínculo, asumir con responsabilidad su cuidado.

En este artículo, exploramos las principales amenazas a las que se enfrentan los océanos —el cambio climático, el aumento del nivel del mar, la acidificación, la sobrepesca— y conversamos con una de las voces más autorizadas en oceanografía para entender qué implica hoy hablar de regeneración sostenible y qué margen nos queda para actuar.

¿Qué voy a leer en este artículo?

 

Islas de basura  

Puede que de unos años a esta parte hayas oído hablar de la Gran Isla de Basura del Pacífico Norte y las otras 4 islas de basura o garbage patches que pueblan los mares de la Tierra. Seguramente has visto fotos de una enorme acumulación de desechos de todo tipo flotando a la deriva en la superficie del océano. Esta mancha de residuos se extiende a lo largo de un millón y medio de kilómetros cuadrados. La más grande, ocupa una superficie del tamaño de 3 veces Francia. y se calcula que reúne más de 2 billones de piezas y esquirlas de plástico, diez veces más de unidades que estrellas hay en la Vía Láctea.

En conjunto, las 5 grandes manchas o Islas de Basura contienen más de 5 billones de piezas de plástico que pesarían casi 270.000 toneladas.

Y no paran de crecer, porque cada año más de 8 millones de toneladas de plástico terminan en los océanos, provocando la muerte de 100.000 especies marinas y entrando en la cadena alimentaria mundial.

 

Medidas a tomar frente a la caza en los océanos  

La sostenibilidad de nuestros océanos está estrechamente relacionada con el estado de los seres vivos que los habitan. Numerosas son las especies que se encuentran en peligro por la acción humana, desde la caza masivas de delfines —destinados al consumo o, principalmente, a su venta a delfinarios—, hasta la persecución de las ballenas por su carne o por su uso cosmético, pasando por la pesca de tiburones pescados exclusivamente por sus aletas.

 

Pesca destructiva vs Pesca sostenible  

La pesca destructiva —como el arrastre de fondo o el uso de explosivos— daña gravemente los ecosistemas marinos y provoca la captura indiscriminada de especies. Según la FAO, el 37,7 % de las poblaciones pesqueras están sobreexplotadas, un nivel crítico que sigue en aumento. Paralelamente, la acidificación de los océanos —provocada por el exceso de CO₂— sigue agravándose. En 2024, el nivel de acidez volvió a aumentar, comprometiendo la vida marina y reduciendo la capacidad del océano para absorber carbono.

Frente a este panorama, la pesca sostenible propone métodos que respetan los ciclos naturales y reducen el impacto ambiental, siendo clave para preservar los océanos a largo plazo.

 

¿Qué es la lluvia ácida?  

La lluvia ácida es una de las consecuencias de la contaminación atmosférica y afecta negativamente a los océanos. Se produce cuando las emisiones contaminantes de las fábricas, automóviles o calderas de calefacción entran en contacto con la humedad de la atmósfera. Estas emisiones contienen óxidos de nitrógeno, dióxido de azufre y trióxido de azufre que, al mezclarse con agua se transforman en ácido sulfuroso, ácido nítrico y ácido sulfúrico. Este proceso también sucede de forma natural a través de las erupciones volcánicas.

 

¿Conoces el ciclo del agua?  

El ciclo hidrológico natural se está viendo afectado por cambios en el clima, una excesiva extracción del agua y la contaminación. La acidificación de los océanos es un problema real y actual que debemos evitar.

 

Amaro Gómez-Pablos y dos miradas al futuro del océano

“Nosotros somos los causantes del problema, por suerte también podemos entender las soluciones… Restauremos todo lo que podamos mientras tengamos la oportunidad”, apremiaba la inspiradora científica Sylvia Earle en una entrevista con el periodista Amaro Gomez-López.

Desde sus conversaciones en las profundidades del inmenso Pacífico, a 200 metros bajo el nivel del mar, emergen tres emocionantes episodios con imágenes únicas en las Islas Galápagos. Descúbrelos en este artículo

Recientemente, el propio Gómez-Pablos fue testigo de otra historia de regeneración marina, esta vez en las aguas del mar de Cortés, en Baja California. Allí, se sumó al proyecto pionero de la ONG mexicana ORGCAS, que trabaja para transformar a antiguos pescadores tiburoneros en guías turísticos especializados en la conservación de esta especie clave. La iniciativa no solo ha conseguido frenar el declive de las poblaciones de tiburones, sino también generar nuevas oportunidades econímicas para las comunidades locales.

 

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