El decimoquinto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que Naciones Unidas incluye en la Agenda 2030 respalda gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad.
La protección de los entornos naturales terrestres es vital para el desarrollo del ser humano, ya que la degradación terrestre perjudica a 1.500 millones de personas en todo el mundo.
