¿Por qué el CO₂ produce el efecto invernadero y de dónde sale este gas?

¿Es el CO₂ el causante del cambio climático? ¿Por qué el CO₂ produce el efecto invernadero? ¿Hay alguna manera de reducirlo?
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Hemos escuchado hablar miles de veces del calentamiento global, del cambio climático o de los gases de efecto invernadero. Sabemos que estos tres conceptos amenazan la vida en la Tierra tal y como la conocemos. También estamos familiarizados con algunas de las medidas que hay en marcha para conseguir frenar unos y reducir otros. Pero ¿sabemos realmente qué significan?

 

¿Por qué el CO₂ produce el efecto invernadero y es el culpable del calentamiento global?

El planeta se enfrenta a un problema que marcará el futuro de las siguientes generaciones: el calentamiento global. El aumento de la temperatura y el cambio climático que desencadena han sido motivo de alarma desde hace décadas. Sin embargo, ha sido durante estos últimos años cuando han adquirido un matiz protagonista, tanto en los medios de comunicación o en las protestas ciudadanas, como en las medidas promovidas desde las instituciones para atajarlos.

Su relevancia no deja de aumentar, precisamente, porque la temperatura sigue creciendo.

Se trata de un problema que hay que atajar de raíz. Pero ¿tenemos claro qué lo ha desencadenado? El principal culpable es el CO₂. Son varios los gases implicados en este “crimen”, pero reducir el dióxido de carbono es crucial. La pregunta del millón es: ¿Por qué? ¿Qué hace que este gas sea tan malo para la atmósfera terrestre y para el planeta?

Para responder a esta cuestión tenemos que remontarnos hasta mediados del siglo XIX. Por aquel entonces, la ciencia descubre que tanto el CO₂ como otros gases de efecto invernadero tienen la capacidad de acumular y emitir calor.

Recordemos que el efecto invernadero es el fenómeno natural que permite a nuestro planeta mantener las condiciones necesarias para albergar la vida. El problema viene cuando la proporción de los gases que lo producen cambia. Un aspecto sobre el que comienzan a investigar durante la década de 1850, cuando establecen que un aumento en la concentración de CO en la atmósfera puede provocar un aumento significativo de la temperatura de la Tierra.

Sin embargo, no es hasta finales del siglo XIX cuando un científico calcula qué pasaría si duplicásemos la cantidad de CO₂ en el mundo. El resultado que obtiene es que la temperatura ascendería entre 4 y 6 grados. Actualmente, la temperatura del planeta ya ha aumentado más de 1°C desde la era preindustrial.

Para seguir con esta historia tenemos que avanzar en el tiempo hasta 1958, cuando el científico Charles David Keeling coloca una serie de sensores en un volcán de Hawái para medir las variaciones en la concentración de CO₂ en la atmósfera. Lo que descubre es que el CO₂ va subiendo sin parar año tras año.

El resultado ya lo conocemos: a medida que el CO₂ ha ido creciendo también lo ha hecho la temperatura global. Y aunque correlación no implica causalidad, en este caso todas las pruebas señalan a este gas como el causante principal del cambio climático.

 

 

¿AÚN NO HAS ESCUCHADO LA CANICA AZUL?

Hablamos mucho de calentamiento global, pero a veces nos faltan los conceptos básicos. En el capítulo “CARBONO” de nuestro Podcast "La Canica Azul" te explicamos qué es el carbono, cómo hemos alterado su ciclo y cómo estamos pensando en arreglarlo.

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Hemos desenterrado CO₂ perteneciente a épocas pasadas

Todavía quedan más preguntas por contestar. Por ejemplo, ¿de dónde viene ese exceso de CO₂? La respuesta sencilla sería que de la quema de los combustibles fósiles.

Pero ¿qué relación hay entre el dióxido de carbono y el carbón o el petróleo? Como ya sabemos, los combustibles fósiles tarden miles o millones de años en formarse. Quemando estos materiales, estamos sacando a la luz reservas de carbono que costó millones de años depositar. Es decir, estamos desenterrando CO₂ que pertenece a épocas pasadas.

 

¿Qué podemos hacer para reducir el CO₂?

Primero, lo más importante ¡dejar de emitir! Vamos a tardar siglos en deshacernos de todo lo que hemos emitido en las últimas décadas. Sustituir los combustibles fósiles por fuentes de energía renovables es la medida principal para frenar el calentamiento.

También empieza a ser prioritario aprender a intervenir en el ciclo del carbono y acelerar su retirada de la atmósfera. Un asunto que durante mucho tiempo ha sonado a ciencia ficción pero que empieza a estar seriamente encima de la mesa con procedimientos como el secuestro de carbono o la bioenergía con captura y almacenamiento de carbono

Es urgente limitar el calentamiento del planeta a 1,5 °C. Por ahora, medidas como la reducción del consumo energético, la mejora de la eficiencia energética, el apoyo a las energías renovables o la promoción de mecanismos financieros que cambien nuestra manera de producir y consumir son los mejores aliados que tenemos para conseguir la neutralidad en carbono.