¿Qué es la piezoelectricidad?

“Cristales que al ser sometidos a tensiones mecánicas adquieren una polarización eléctrica en su masa, apareciendo una diferencia de potencial y cargas eléctricas en su superficie”

Esta definición tan técnica, académica y poco reveladora para aquellos sin una especial formación en la materia, oculta en realidad la que puede ser una de las claves para un futuro sostenible. Hablamos de la piezoelectricidad, que traducido a un lenguaje más inteligible no es otra cosa que la capacidad que tienen ciertos materiales (en general cristales, pero también cerámicas) para generar energía al ser accionados, pulsados o tensionados.

Si todavía no tienes muy claro de qué se trata, basta con nombrar algunos objetos cotidianos que funcionan mediante la piezoelectricidad, como por ejemplo los mecheros eléctricos que sirven para encender las cocinas de gas, las pastillas de las guitarras eléctricas o los tweeters (pequeños altavoces de sonidos agudos).

¿Qué aplicaciones sostenibles tiene la piezoelectricidad?

La piezoelectricidad nos permite aprovechar las pisadas al caminar para generar energía limpia. Con unas placas piezoeléctricas situadas en el suelo, el simple hecho de andar sobre ellas produce electricidad. Este efecto, multiplicado por miles de personas caminando sobre losas piezoeléctricas durante todo el día, permite por ejemplo a una estación de metro de Tokio autoabastecer sus necesidad energéticas de manera autónoma, puesto que cada pisada puede generar hasta 7 vatios de potencia.

Algo similar sucede con las carreteras y los automóviles. Una autopista en la que el pavimento incorpore un sistema piezoeléctrico que se active con las ruedas de los coches podrá generar la energía limpia suficiente para el alumbrado y la cartelería luminosa de todo el trazado. Y lo ideal para cerrar el círculo sostenible sería que estos coches se movieran a su vez con energía limpia.

Piezoelectricidad a menor escala

Si bien las primeras pruebas que se están llevando a cabo están localizadas en su mayoría en grandes escenarios, la piezoelectricidad también está llamada a tener un importante papel en entornos más reducidos, como por ejemplo el doméstico o en pequeños negocios.

Prueba de ello es la pequeña cafetería Natuur Café La Porte, en la localidad holandesa de Driebergen, que ha implementado un sistema piezoeléctrico en su puerta giratoria. Así, cada vez que un cliente entra o sale del local, se genera energía que se almacena en un supercondensador y posteriormente sirve para iluminar todo el local a través de bombillas LED.

¿Conoces algunos otros usos para la piezoelectricidad? Cuéntanoslo y participa en nuestra encuesta.

Fuentes: Renovables Verdes, Repsol, Hola Luz y Tu Experto.