La energía solar y la agricultura sostenible al rescate de Madagascar

La innovación y las energías renovables podrían clave para atajar el estado alimentario de emergencia de la isla.
Wind energy on Global Wind Day

Madagascar, la gran isla roja de África, se encuentra en un estado de emergencia alimentaria sin precedentes. La sequía extrema que ha azotado la región durante los últimos años ha llevado a esta nación insular al borde de la primera hambruna causada por los efectos del cambio climático en la agricultura.

A medida que la escasez de agua se vuelve más severa, resulta más vital buscar soluciones innovadoras. En Madagascar y en otras partes del mundo, se está trabajando para fortalecer la resiliencia de las comunidades vulnerables mediante la implementación de prácticas agrícolas sostenibles y sistemas de riego por goteo alimentados por energía solar.

¿Qué voy a leer en este artículo?

 

El hambre, la consecuencia más devastadora del cambio climático en relación con la agricultura

Madagascar ha estado experimentando una devastadora sequía en los últimos años que ha llevado a la desnutrición en gran parte de la población. El sur del país está padeciendo la primera hambruna causada por el cambio climático, con millones de personas dependiendo de la ayuda de emergencia para sobrevivir.

Esta zona está sufriendo una sequía sin precedentes en los últimos 40 años. Una escasez de agua a la que hay que sumar una serie de fenómenos meteorológicos extremos que dan como resultado más de un millón de personas desnutridas que prácticamente se alimentan solo de cactus y de frutos silvestres. Y que, en el peor de los casos, solo han tenido para llevarse a la boca cenizas y agua sucia, tal y como recoge El País.

En algunas zonas agrícolas, el 94 % de la tierra ha quedado estéril. Los cultivos no sólo sufren por la falta de agua, sino también por los fuertes vientos que arrasan la fértil capa superficial del suelo. Una situación que empeoraron ciclones como Batsirai y Freddy, que destrozaron pueblos y campos. En estas condiciones, las comunidades tienen dificultades para cultivar alimentos básicos, como el maíz.

 

Así se está abordando el desafío que supone el cambio climático para la agricultura

La agricultura representa una paradoja en la crisis del cambio climático: es simultáneamente un agente causante y uno de los focos que más sufre sus efectos. Genera el 23 % de las emisiones globales de CO2 que contribuyen al calentamiento global, mientras sufre de sequías cada vez más severas que amenazan su existencia en numerosas regiones a nivel mundial.

 

                                         “En algunas zonas agrícolas, el 94 % de la tierra ha quedado estéril ”.

 

Los expertos y los organismos internacionales consideran fundamental desarrollar soluciones innovadoras que puedan romper este ciclo para asegurar la sostenibilidad de un sector que nos alimenta diariamente. Organizaciones como la FAO están trabajando para fortalecer la resiliencia de los hogares vulnerables mediante la implementación de prácticas agrícolas sostenibles.

En Madagascar, por ejemplo, las asociaciones de agricultores locales han recibido semillas resistentes a la sequía y herramientas y formación en prácticas agrícolas sostenibles.

Adicionalmente, la FAO ha diseñado un sistema de riego por goteo alimentado por energía solar que asegura el acceso al agua durante todo el año, tanto para el riego como para el consumo. Estos sistemas utilizan paneles solares para generar energía eléctrica que alimenta una bomba hidráulica. Esta bomba es responsable de extraer agua de una fuente (como un pozo o un depósito) y distribuirla a los cultivos a través de un sistema de riego, que a menudo es por goteo.

Una ventaja adicional es que los paneles solares pueden generar energía incluso en momentos en que no se necesita regar, lo que ofrece oportunidades para utilizar máquinas y equipos agrícolas alimentados por electricidad.

Según la ONU, algunos hogares que visitó reportaron que durante el pico de la crisis solo tenían cactus como alimento diario. Ahora, gracias a cultivos más resistentes, tienen suficiente para comer "con dignidad" pudiendo permitirse dos comidas al día.

 

“Gracias a cultivos más resistentes, tienen suficiente para comer "con dignidad" pudiendo permitirse dos comidas al día”.

 

El caso de Montesusín: campos agrícolas regados con energía solar

La instalación de sistemas de riego alimentados por energía solar, como los desarrollados en Madagascar, es un ejemplo de cómo se puede mitigar la huella de carbono de la agricultura y adaptarse a las condiciones cambiantes.

Pero el caso de esta isla no es el único. ACCIONA Energía ha instalado en Montesusín (España) el mayor sistema mundial de riego alimentado por una planta solar sin baterías.

El proyecto en cuestión propone una solución innovadora y sostenible para la agricultura: la construcción de una planta solar fotovoltaica con una potencia de 1,58 MWp. Esta planta está destinada a energizar las bombas de riego de las parcelas agrícolas de la zona. ¿Qué significa esto? Que la energía utilizada para regar el campo es 100 % renovable, libre de emisiones y generada localmente.

Además de ser respetuosos con el medio ambiente, los agricultores se beneficiarán de un precio de la energía estable y competitivo durante la temporada de riego, que va de mayo a septiembre. Pero también podrán obtener beneficios económicos vendiendo la energía no utilizada a la red eléctrica durante los periodos de no riego.

Este nuevo sistema permite un uso más eficiente del agua, un recurso cada vez más escaso debido a la sequía. El objetivo es aprovechar al máximo cada gota de agua disponible.

El desafío ahora es asegurar que estas soluciones sean accesibles y aplicables a escala global. Para ello, es importante que los gobiernos, las organizaciones internacionales y las partes interesadas en todo el mundo trabajen juntas para fortalecer la resiliencia de los sistemas alimentarios ante el cambio climático. Solo así podremos garantizar un futuro sostenible y seguro para todos.

 

 

Fuentes: