Navegar entre plásticos: la salud de los océanos a la deriva

La salud de los océanos se está viendo comprometida por la proliferación de la basura marina. ¿Y quién es principal culpable? El plástico.
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“Sin agua, nuestro planeta sería una de esas billones de rocas flotantes en la inmensidad del oscuro vacío del espacio”, dijo el explorador de océanos Fabien Cousteau. Y al nieto del famoso explorador Jacques Cousteau no le faltaba razón. La salud de los océanos está estrechamente ligada a la salud de toda la naturaleza.

Son la pieza clave que la humanidad necesita para mantener la vida, nuestros hogares y  nuestro alimento. De hecho, en 2010, la ONU consagró el agua como un derecho humano. Sin los océanos para sustentar el ciclo del agua y crear aire fresco y respirable, no existiríamos en absoluto.

¿Qué voy a leer en este artículo?

 

¿Por qué es importante la salud de los océanos?

Nuestra salud y nuestro bienestar dependen de la salud de los océanos y los mares. Son una importante fuente de alimento y empleo, son esenciales para el funcionamiento del resto de ecosistemas y albergan un gran porcentaje de la biodiversidad del planeta, entre otros muchos argumentos.

“La ONU consagró el agua como un derecho humano en 2010”

Durante la conmemoración del Día de los Derechos Humanos del pasado 10 de diciembre de 2021, la jefa de la subdivisión de Agua Dulce y Océanos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Leticia Carvalho, enunció cinco razones por las que un océano limpio y saludable es necesario para cumplir con los derechos humanos relacionados con un medio ambiente sostenible.

5 razones por las que debemos cuidar la salud de los océanos

 

  • El océano es nuestro sistema de soporte vital: un tercio de la población mundial, casi 2.400 millones de personas, vive a menos de 100 km de una costa oceánica. Y para poder subsistir, dependemos del oxígeno y el agua dulce que se produce gracias a los mares y al ciclo del agua.
  • Proporciona alimentos, empleos y medios de vida: se estima que los océanos son responsables de generar 2,5 billones de dólares anuales, el equivalente a la séptima economía más grande del mundo. De estas grandes masas de agua extraemos recursos naturales que luego nos permiten alimentarnos, desarrollar medicamentos e incluso producir energía reovable. Además, son una fuente de empleos en la pesca, el ocio y la ciencia. Garantizar que eso continúe así, requiere una pesca sostenible y que no sobreexplotamos los recursos naturales.
  • El océano ayuda a frenar el cambio climático: ecosistemas vitales como manglares, pastos marinos y marismas saladas podrían ayudarnos a almacenar más de 400 millones de toneladas de emisiones de carbono al año para 2050 si se protegen y restauran.
  • Es el hogar de gran parte de la biodiversidad del planeta: según el Convenio sobre la Diversidad Biológica, los hábitats de los fondos marinos por sí solos albergan entre 500.000 y 10 millones de especies. Pero es difícil saberlo con certeza, ya que alrededor del 80 % del océano permanece inexplorado y el 91 % de las especies marinas permanecen sin descubrir.
  • El océano proporciona bienestar a toda la humanidad: a lo largo de nuestra historia, el océano ha formado parte de los mitos y leyendas que forman nuestro relato común como especie. Ha sido una fuente de inspiración y el protagonista de incontables obras, canciones y poemas. El papel cultura del océano es innegable. De hecho, el PNUMA está trabajando con la industria de los videojuegos para crear conciencia sobre los océanos.

 

¿Cuál es la situación actual?

¿Qué tienen en común el punto más profundo del océano, la fosa de las Marianas, y el pico más alto del mundo, el monte Everest?

A pesar de tratarse de dos de los lugares más remotos e inaccesibles del planeta, ambos contienen diminutos trozos de plástico procedentes de las actividades humanas.

Hace tiempo que el plástico está presente en el océano, forma parte del paisaje de las costas o que se hunde en el mar hasta puntos donde ni siquiera el ser humano ha llegado todavía.

Una reciente investigación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) muestra que la contaminación por plásticos en el océano se ha incrementado notablemente en los últimos años. Y las previsiones no son nada alentadoras. Se cree que esa cantidad se duplicará antes de 2030.

Los plásticos representan al menos el 85% del total de la basura marina y la biodiversidad sufre por esta marea de residuos. Las tortugas marinas confunden las bolsas de plástico flotantes con medusas y mueren de hambre lentamente a medida que van llenando el estómago de basura que no pueden digerir.

ballena en una botellaLos mamíferos marinos y otros animales suelen ahogarse tras quedar atrapados en plásticos perdidos o desechados, como envases o artes de pesca. Lo mismo ocurre con los arrecifes de coral, que mueren sepultados bajo montones de basura sumergida. 

“Los plásticos representan al menos el 85% del total de la basura marina”

Además, las toxinas que contienen los plásticos afectan a la red trófica de los océanos y se transfieren a través de la cadena alimentaria a medida que las especies marinas se comen unas a otras. Una cadena alimentaria que suele terminar en las personas. Se han encontrado microplásticos incluso en nuestros pulmones, hígado, bazo y riñones, y un estudio reciente detectó microplásticos en las placentas de recién nacidos.

Por no mencionar que los plásticos en el océano afectan negativamente en la capacidad de incontables ecosistemas para proporcionar los  que los seres humanos disfrutan y asumen como normales. Beneficios que van desde el agua limpia, la pesca, el control de plagas y enfermedades, la regulación del clima, y el patrimonio y las actividades recreativas.

 

Medidas para restablecer la salud del océano

El problema de la contaminación de los océanos requiere de acciones inmediatas y sostenibles. "Rompiendo la Ola de Plástico", un análisis global sobre cómo cambiar la trayectoria de los residuos plásticos, revela que podemos reducir la cantidad de plástico en el océano en aproximadamente un 80% en las dos próximas décadas si utilizamos tecnologías y soluciones existentes:

The Ocean Clean Up: una mega estructura estática de recolección impacto ambiental y con el que tan solo bastarían diez años para limpiar el plástico en el Océano Pacífico. Atrapa el plástico para que después sea recolectado, reciclado y procesado.

 

In-No-Plastic: bajo este proyecto se están desarrollando una gama de tecnologías que se ocupan no solo de grandes piezas de plástico, sino también de pequeños microplásticos e incluso nanoplásticos más pequeños.

AQUA-LIT: este proyecto aborda desde la prevención y la reducción de la basura marina hasta la extracción y reciclaje de esta. También incluye herramientas para monitorear de dónde provienen los residuos y así poner en marcha estrategias que logren disminuirlos.

Aunque la cantidad de plásticos marinos a la que debemos hacer frente es tan grande que resulta difícil comprender la situación global, la ciencia nos dice que la mayoría de las soluciones que necesitamos ya existen. La magnitud del problema exige compromisos y acciones urgentes a nivel mundial en todo el ciclo de vida de los plásticos —y que abarquen desde el origen hasta el mar— para lograr una reducción de los residuos y del plástico en el océano.

 

Fuentes: