Medidas de movilidad sostenible vistas en ciudades libres de emisiones

Restringir el centro, pagar por no aparcar o planear viajes personalizados son algunas de las medidas de movilidad sostenible que han resultado más eficientes
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Las ciudades no cesan en su intento de reducir la cantidad de coches que circulan por sus carreteras. Pero no todos los planes obtienen los mismos resultados. ¿Qué medidas de movilidad sostenible logran descongestionar las carreteras de las urbes?

 

Medidas de movilidad sostenible que están funcionando en el mundo

Reducir el uso del vehículo urbano es una prioridad para muchas ciudades preocupadas por la contaminación que genera la circulación de estos medios de transporte. Para mejorar los resultados de salud, cumplir los objetivos climáticos y crear ciudades más habitables, reducir el uso del automóvil debe ser una prioridad urgente.

Una investigación realizada por Paula Kuss en el Centro de Estudios de Sostenibilidad de la Universidad de Lund y publicada en Case Studies on Transport Policy, destaca diferentes iniciativas que han demostrado su eficacia para reducir el uso de automóviles urbanos.

 

¿Quieres ir al centro en coche? Tendrás que pagar una tarifa

La estrategia más exitosa según la investigación fue imponer una tarifa para aquellos conductores que quieran acceder al centro de la ciudad con su vehículo. Una recaudación que, además, se reinvierte en el sistema de transporte sostenible del municipio. Los ciudadanos deciden dejar el coche en casa y moverse en transporte colectivo para poder acceder al centro de forma rápida y sencilla. Y mientras tanto, quienes continúen moviéndose en su vehículo particular, lo harán aportando a la movilidad sostenible de su municipio. 

Es el caso de Londres, uno de los pioneros en poner en marcha este plan. Desde que dio luz verde al mismo en 2003, la capital inglesa ha experimentado una reducción del 33 % del tráfico. El precio ha ido aumentando y actualmente acceder con tu vehículo al centro de Londres cuesta unas 15£.

 

Fin al problema de no encontrar dónde aparcar

Encontrar sitio para aparcar siempre es un problema, sobre todo, en el centro de grandes ciudades. Pues bien, ¿y si eliminásemos el problema de raíz? Sin sitios para aparcar, no habría coches buscando dónde estacionar.

Suena un poco confuso pero lo cierto es que son varias las ciudades que están demostrando que esta medida funciona. Lugares donde se ha sustituido el espacio que se dedicaba a aparcamientos por carriles para bicicletas y aceras para fomentar una movilidad sin emisiones y sin cochesOslo, la capital de Noruega, consiguió de esta forma reducir en un 19 % el uso de automóviles en el centro de la ciudad.

 

Zonas de tráfico limitado

Otra solución que ha obtenido resultados destacables es la de implantar horarios de acceso a las zonas más congestionadas de la ciudad. Una medida que Roma impulsó con el objetivo de favorecer el uso del transporte público y que ha reducido el tráfico de automóviles en la capital italiana en un 20 % durante el horario restringido y en un 10 % incluso durante el horario no restringido cuando todos los automóviles pueden circular.

Pero lo cierto es que no siempre podemos dejar el coche aparcado en casa. Muchas ciudades están promocionando el uso del coche eléctrico con ayudas o multiplicando los puntos de recarga en la vía pública. Los ayuntamientos no penan a este tipo de movilidad privada puesto que no contamina y su impacto es mucho mejor que el de los combustibles fósiles.

 

Una ruta sostenible de camino a la oficina

En ocasiones, fomentar el uso del transporte público se queda corto. No todo el mundo vive al lado de una parada de metro o autobús. A la hora de ir al trabajo, por ejemplo, muchas personas tienen que desplazarse en su vehículo privado hasta la estación para después usar el transporte colectivo.

El gobierno local de la ciudad holandesa de Utrecht y las empresas privadas se unieron con el objetivo de solucionar esto. La colaboración consiste en proporcionar pases de transporte público gratuitos a los empleados, combinados con un autobús de enlace privado para conectar las paradas de tránsito con los lugares de trabajo. Una medida que logró una reducción del 37 % en la proporción de viajeros que viajan al centro de la ciudad en automóvil.

 

¿Y si te pagasen por no aparcar?

 Otro medio eficaz de reducir el número de personas que viajan en coche es introducir tarifas de estacionamiento en el lugar de trabajo. Así lo prueba la experiencia de un gran centro médico en la ciudad holandesa de Róterdam, que consiguió reducir un 25 % los viajes en automóvil de sus empleados.

El plan consistía en cobrar a los trabajadores por aparcar en la zona de estacionamiento de la oficina. Si, por el contrario, los empleados decidían no utilizar ese aparcamiento, era la empresa quien les abonaba el coste de la plaza para que utilizasen ese dinero en el transporte público.

 

Acudir a la oficina o la universidad de forma sostenible

Lo cierto es que los lugares de trabajo han demostrado tener una gran influencia a la hora de alentar la sustitución del vehículo privado por medidas de movilidad sostenible. Ya sea a través de ofrecer rutas de autobuses a los empleados para acudir a la oficina, descuentos para el transporte público o incluyendo aparcamientos para bicicletas en sus instalaciones, las empresas consiguen que se reduzca el uso del coche.

Una alternativa clave que también facilita esta situación son las motos eléctricas compartidas. Cada vez son más las grandes ciudades que cuentan con este tipo de motos aparcadas en sus calles para que cualquier persona pueda emplearlas para moverse de forma sostenible por la ciudad. Funcionan con energía eléctrica proveniente de fuentes renovables y permite que los ciudadanos puedan desplazarse de un punto a otro de forma rápida y segura.

En las universidades se da una situación similar. De hecho, la Universidad de Bristol logró reducir el uso del automóvil entre su personal en un 27 % al tiempo que les brindaba una mejor infraestructura para bicicletas y descuentos en el transporte público.

La investigación de Fast Company también destaca el caso de la ciudad siciliana de Catania. Este municipio ofrecía a los estudiantes un pase de transporte público gratuito y les brindaba conexiones de transporte al campus. El resultado fue una disminución del 24 % en la proporción de estudiantes que se desplazan en automóvil.

 

Movilidad sostenible y compartida, también en coche

El alquiler por horas de coches eléctricos comienza a ser algo común en las grandes ciudades. En ciudades como Bremen (Alemania) y Génova (Italia) cada automóvil compartido reemplaza entre 12 y 15 vehículos privados, en promedio. Se trata de una medida complementaria al transporte público o la bicicleta que busca reducir la cantidad de vehículos privados que circulan en las carreteras o que se estacionan en las calles.

 

Impulsar la movilidad sostenible desde la educación

Más allá de las medidas sobre el terreno (o las carreteras), también son importantes las estrategias de concienciación. Dos ciudades inglesas, Brighton & Hove y Norwich, organizaron jornadas escolares sobre movilidad sostenible para estudiantes y padres. El objetivo de estos eventos era alentar a los participantes a caminar, ir en bicicleta o compartir el automóvil de camino a la escuela.

 

Planes de viajes personalizados

¿Y si tu ciudad te hicieses un plan a medida para que te mueves de forma más sostenible por ella? Ciudades como Marsella en Francia, Múnich en Alemania o San Sebastián en España han puesto a prueba el análisis de la movilidad personal de sus residentes para tratar de hacerla más sostenible.

Estos programas, que brindan asesoramiento y planificación de viajes para que los residentes de la ciudad caminen, anden en bicicleta o usen el transporte público (a veces con descuento), lograron reducciones aparentemente modestas del 6 % al 12%. Sin embargo, dado que estas medidas de movilidad sostenible abarcan a todos los residentes de una ciudad, a diferencia de poblaciones más pequeñas de, por ejemplo, personas que viajan a la escuela o al lugar de trabajo, estos enfoques aún pueden desempeñar un papel valioso en la reducción del uso del automóvil en general.

 

Aplicaciones para la movilidad sostenible

La tecnología de telefonía móvil tiene un papel cada vez más importante en las estrategias para reducir el uso del automóvil. La ciudad italiana de Bolonia, por ejemplo, desarrolló una aplicación para que las personas y los equipos de empleados de las empresas participantes hicieran un seguimiento de su movilidad. Los participantes compitieron para ganar puntos por caminar, andar en bicicleta y usar el transporte público, y las empresas locales ofrecieron a estos usuarios de la aplicación recompensas por alcanzar los objetivos de puntos.

Así mismo, las aplicaciones que favorecen el uso de transporte sostenibles también tienen un papel fundamental en esto. Hablamos, por ejemplo, de las apps de motosharing, donde el usuario puede localizar y alquilar temporalmente motos eléctricas con las que moverse por la ciudad.

Y ahora os dejamos con un juego.