Repaso al 2023: un año lleno de hitos (positivos y otros no tanto) en materia climática

Sometemos a examen al año que se acaba ¿qué noticias nos ha deparado en cuestiones de cambio climático y sostenibilidad?
Wind energy on Global Wind Day

El 2023 ha sido testigo de avances extraordinarios e hitos trascendentales en la lucha contra el cambio climático y a favor de la sostenibilidad. Pero también ha sido un período protagonizado por los efectos del calentamiento global. Despedimos este año informativo con un repaso de las noticias más importantes de las que hemos hablado durante estos meses.

 

Enero

En 2023 comenzamos con mal pie en los objetivos de descarbonización. Las emisiones globales de CO2 alcanzaron un récord en 2022, con 40.600 millones de toneladas. Existe consenso científico en que, para evitar los efectos más devastadores del cambio climático, la temperatura del planeta no debería subir más de 1,5 grados al final de este siglo. Sin embargo, esta ya ha aumentado más de 1,1 grados con relación a los niveles preindustriales. El camino para limitar el ascenso de las temperaturas lleva años marcado por los expertos: alcanzar la neutralidad de emisiones de CO2 para 2050.

Eso sí, a final de año hemos celebrado la firma de un acuerdo vital para lograr ese objetivo y que nos vuelve a llenar de esperanza, os lo contamos más abajo cuando le llegue su turno.

 

FEBRERO

Las buenas noticias, en materia de biodiversidad en este caso, no tardaron en llegar. En febrero, la ONU alcanzó por fin un acuerdo global para salvaguardar la vida marina. Tras dos décadas de trabajo, el Tratado de Alta Mar sentó las bases legales para preservar las aguas internacionales situadas a más de 200 millas marinas de la costa y abrió el camino para proteger al menos al 30% del océano en 2030, que es el mínimo que los científicos consideran necesario para su bienestar.

 

MARZO

Además, el mes de marzo de 2023 quedará para siempre recordado en la historia de la sostenibilidad del agua como el momento en el que tuvo lugar la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el agua en 50 años. Un encuentro centrado en dar soluciones para proteger, gestionar de forma sostenible y garantizar un acceso universal al agua.

 

ABRIL

En abril miramos hacia Oriente Medio y la sequía que sufre la zona. Los primeros puestos del ranking de los países con mayor escasez de agua del mundo están ocupados por naciones de esta zona geográfica, lugares donde la extracción anual de agua es muy superior al suministro disponible. La situación es alarmante, pero la tecnología podría ser la gran aliada para luchar contra esta situación.

 

MAYO

El papel de las energías renovables es ya incontestable en la lucha contra el cambio climático y cada vez es mayor su capacidad de producción energética frente a los combustibles fósiles. De hecho, el siguiente mes del repaso lo protagoniza una fantástica noticia relacionada con este tema.

Pero las energías renovables no solo destacan por eso. En mayo quisimos abordar otra de las grandes ventajas que ofrecen y que no siempre se pone sobre la mesa: las instalaciones renovables son fácilmente reversibles. ¿Qué quiere decir esto? Pues que desmantelar un parque eólico o una planta solar al término de su vida útil, o cuando sea preciso porque vayan a ser sustituidos por otras instalaciones más modernas y eficientes, es técnicamente sencillo, económicamente asumible y ambientalmente sostenible.

 

 

JUNIO

El verano comenzaba, precisamente, con un repaso de los datos de producción de energía renovable en España y en Europa: y es que la energía solar y eólica tomaron la delantera a los combustibles fósiles en la UE. Durante este año, en el mismo continente, España experimentó cómo la generación renovable en el mercado nacional fue, por primera vez, cada mes superior al 50 % del total, con una media del 58,66 %. En los meses de verano, la generación fotovoltaica superó incluso a la eólica. Algo insólito hasta la fecha en el país.

 

JULIO

Pero la subida de las temperaturas pronto se hizo con el protagonismo de las noticias. En julio los expertos anunciaron que el calentamiento global derretirá el hielo del océano Ártico por completo entre 2030 y 2050.

 

AGOSTO

Y en agosto el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, agravaba aún más la nomenclatura que da nombre a la anomalía climática a la que nos enfrentamos. Hablaba ya de que habíamos pasado del calentamiento global a la era de la ebullición global.

 

SEPTIEMBRE

Llegamos a septiembre cerrando un verano de temperaturas récord, con la noticia de que julio de 2023 había sido el mes más caluroso de los últimos 120.000 años. Y no solo eso. También conocíamos que, en Europa, el año 2022 marcó un hito, con temperaturas que se dispararon 2,3 °C por encima de la media del período preindustrial.

 

OCTUBRE

Pero el final del año nos animaba a fijarnos en lo positivo. Como es el caso de aquellas ciudades sin coche que consiguen mejorar la salud y la economía de sus localidades gracias a la movilidad sostenible.

 

NOVIEMBRE

O la noticia de que estamos respirando aire más limpio gracias a la disminución de los combustibles fósiles. Un hecho que impacta directamente en la salud de las personas. Las muertes anuales atribuibles a las partículas vinculadas a los combustibles fósiles pasaron de 1.437.000 a 1.212.000, es decir, se redujeron un 15,7 %. Los expertos explican que esta disminución se debe principalmente a una presencia menor de contaminantes en el aire relacionados con la quema del carbón.

 

DICIEMBRE

La guinda informativa del año tuvo que esperar hasta su último mes, una noticia de lo más esperanzadora que reconduce los esfuerzos conjuntos de los países firmantes del Acuerdo de París hacia la necesaria descarbonización y que significa un hito histórico en los pactos mundiales: hablamos de los logros de la COP28. Por primera vez, después de décadas hablando de las emisiones de gases de efecto invernadero, el acuerdo final de la cumbre de Dubái contiene una mención expresa a emprender el camino para abandonar los combustibles fósiles, culpables del cambio climático. Una declaración de intenciones que esperamos vaya cobrando forma a lo largo de 2024.

En resumen, 2023 ha demostrado ser un año crucial en la lucha contra el cambio climático y la promoción de la sostenibilidad a nivel mundial. Los hitos alcanzados son una prueba evidente de que el mundo ya no puede ponerse de lado en la lucha contra el cambio climático, pero también un recordatorio de la cantidad de trabajo que todavía queda por hacer. A medida que nos adentramos en 2024, es importante reflexionar sobre estos logros y utilizarlos como inspiración para continuar construyendo un futuro más sostenible y resiliente.